Es costumbre en algunas partes pasar el primer día del nuevo año haciendo cosas que te gustaría realizar en el año que viene. Publicar hoy estos últimos bocetos de mi viaje costero por Noruega en diciembre es mi forma de asegurarme/esperar que podré volver en diciembre de 2010.
Me he dado cuenta, a posteriori, de que todos los que aparecen en estos bocetos parecen muy contemplativos y encerrados en sí mismos. En aquel momento me pareció que la gente que me rodeaba estaba relajada y era amable. Tal vez, en Noruega en diciembre, esos estados de ánimo sean uno y el mismo.
¡Que el nuevo año esté lleno de aventuras para todos nosotros!