por Nina Johansson, Estocolmo
Hacía tiempo que no visitaba Slussen, en Estocolmo, y ahora que he vuelto a pasar un rato allí dibujando, el clásico monumento de Kolingsborg ha aparecido de repente tapiado y pintado de blanco. Lo había leído en los periódicos, pero no lo había visto con mis propios ojos.
Como Slussen va a ser demolido en un futuro no muy lejano (o eso dicen desde hace tiempo), el Ayuntamiento ha decidido invitar a grafiteros a pintar Kolingsborg, de ahí el color blanco del fondo. No a todos los habitantes de la ciudad les gusta esta idea, ha habido manifestaciones y hay un gran debate en periódicos y medios digitales. Pero para el nuevo gobierno de la ciudad (desde las elecciones de 2014) esta es una gran forma de poner un gran signo de exclamación al saltarse la "política de tolerancia cero" con los grafitis que introdujo el último gobierno. ¡Y qué mejor manera de mostrar sus intenciones que cubrir un edificio muy visible con pintura en aerosol!
Me encanta el arte callejero, y el Kolingsborg es un edificio muy chulo. Debería ser una buena combinación. Pero es triste que esto se deba a que Kolingsborg será demolido en breve.
Mientras tanto, hasta que los grafiteros terminen, Kolingsborg parece un pastel de nata irreal descansando allí arriba, con vistas al casco antiguo y a las aguas a ambos lados de Slussen. Es una vista interesante, se piense lo que se piense de este proyecto.