No fue fácil ser verde

por Fred Lynch de Boston, Massachusetts, EE.UU.

"Hay esperanza en el error honesto. Ninguna en las gélidas perfecciones del mero estilista". 

La cita anterior es del gran arquitecto escocés Charles Rennie Mackintosh y me alegró encontrarla en El Faroen Glasgow, en un viaje reciente. Fue en esa ciudad donde, afortunadamente, también encontré tinta negra para dibujar. El día anterior, había creado dos asquerosos dibujos con tinta verde: el sólo tinta que había traído en mi viaje. Fue una idea mal concebida crear todos los bocetos en ese color durante una semana en Escocia, y fue un gran error. 

Soy una persona a la que le gusta trabajar en monotono y pensé que, ya que mis obras italianas están creadas con tinta marrón, y mis obras americanas con tinta negra, ¿por qué no utilizar tinta verde para Escocia? Bueno, eso sonaba bien, pero no acabó quedando muy bien. Descubrí que el verde no era lo suficientemente neutro. En otras palabras, no cedía su propio color para representar todo lo que había en el cuadro. Al menos no lo hizo a mis ojos. 

En este viaje terminé haciendo lo que Mackintosh llamaba un error honesto en un esfuerzo por evitar la perfecciones heladas del mero estilista. En lugar de trabajar con las mismas rutinas de siempre, que me funcionan, probé algo nuevo... y fracasé.

Para mantener vivo el espíritu de experimentación, durante el resto del viaje alterné algunos materiales de dibujo, a saber, lápiz de color, bolígrafo y aguada de tinta negra.

Al final, volví a casa con una serie de trabajos de los que me sentía orgulloso. La mayoría de ellos fueron publicados aquí y aquí hace un par de semanas. Pero, los buenos dibujos también tienen muchos errores honestos.