Audacity

"...la primera cualidad que se necesita es Audacia".

Esas palabras son de Winston Churchill, un hombre conocido por su audacia. Pero en este caso, no hablaba de política ni de guerra. Hablaba de pintar. A los 40 años, Churchill empezó a pintar paisajes y escribió un ensayo en 1932 titulado "La pintura como pasatiempo" para expresar su entusiasmo por ella. Así que, antes de instar a su país a enfrentarse valientemente a los nazis, les instó a enfrentarse valientemente a los lienzos en blanco.

Continúa diciendo, "La verdad y la belleza de la línea y la forma que un verdadero artista imparte a cada rasgo de su diseño con el más mínimo toque o giro del pincel deben basarse en un aprendizaje largo, duro y perseverante y en una práctica tan habitual que se convierta en instintiva. No debemos ser demasiado ambiciosos. No podemos aspirar a obras maestras. Podemos contentarnos con un paseo en un bote de pintura. Y para esto la audacia es el único billete".

No soy Churchill, pero entiendo el valor de trabajar con valentía día tras día en mis dibujos y pinturas haciendo progresos lentos y constantes. Sin duda, afrontando reveses. Todo lo que he logrado ha sido a través de horas y horas y décadas de esfuerzo. Churchill habla en su ensayo de lo humilde que es hacer arte. Y tiene razón.

Hacer este dibujo a tinta, por ejemplo, fue ciertamente humillante, aunque no en serio. Acurrucado bajo el alero de un tejado en un día lluvioso en Italia, una paloma desde arriba se cagó en mí y en mi dibujo... splat, splat. Allí en el borde izquierdo, esa mancha fantasmal, es el vestigio de la campaña de bombardeos.

Las palomas también pueden tener Audacity.

Mi frase favorita del ensayo: "El pintor vaga y merodea contento de un lugar a otro, siempre al acecho de alguna mariposa brillante de un cuadro que pueda atrapar y montar y llevar a salvo a casa".