[Por James Hobbs en Londres] Recientemente hemos seguido un paseo por las calles de nuestra localidad a partir del esclarecedor libro London's Street Trees de Paul Wood. Fue una especie de epifanía darnos cuenta del arboreto urbano bajo el que hemos estado caminando todos estos años: la ruta pasaba por madroños, tuliperos, secuoyas del alba, palo de hierro persa, arbustos de enebro, árboles de servicio silvestre y pagodas japonesas, entre otros. Hackney, el barrio del centro de Londres en el que vivimos, ha plantado por sí solo más de 1.000 árboles callejeros desde 2018.
Este almendro (no lo reconocerás por mi dibujo) crece en la acera de fuera La Casa Hundida de David Adjaye. Los diseños de Adjaye incluyen el Museo Nacional Smithsoniano de Historia y Cultura Afroamericana en Washington, DC, y la Casa de los Topos, a la vuelta de la esquina de la Casa Hundida, que en su día fue propiedad del Hombre Topo de Hackney, que pasó años haciendo túneles bajo la casa con desafortunadas consecuencias. Escribí sobre ello en el blog de Urban Sketchers hace unos años, cuando la casa era todavía una ruina.